Un tema con intenciones bien claras; es pura energía embotellada con ritmo. Con un pie en la nostalgia de los grandes clásicos y otro en la frescura del presente, esta canción nos encanta directo a dejar las preocupaciones de un lado y perdernos bajo las luces tenues de una fiesta.
Inspirada por el espíritu lúdico de los Beatles y una mezcla de géneros que van desde el rock al dance, pasando poquito por la cumbia, este track fusiona guitarras suaves, sintetizadores chispeantes y una vibra contagiosa que se siente tanto vintage como nueva. Así mismo, su letra es simple pero efectiva; son dos personas conectando sin necesidad de palabras, tan sólo movimientos mientras el mundo desaparece alrededor.
Este es el tipo de canción que se nos pega, y no sólo por su ritmo, sino por la calidez y familiaridad que transmite. Es como si fuera esa chispa que prende todas las sonrisas sin mucha complejidad. Es lo que convierte una sesión de música, en una experiencia especial.






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