Prepárate para escuchar puro fuego pop-punk, con guitarras al frente, actitud desafiante y un coro que pide a gritos ser coreados con el puño en alto y la cabeza moviéndose. Con cero sonidos generados por la IA y toda la energía de un track tocado con el estómago, esta canción le planta cara al sistema que se traga la paz y escupe guerra, el que nos exprime y nunca queda satisfecho.
Telamor es súper directa; entre versos que denuncian desigualdad y coros que funcionan como himnos de resistencia, Feed The Machine se convierte en un grito colectivo… no más silencio ni conformismo. Hay crítica pero también esperanza; se nos pide que no nos rindamos, que sigamos vivos sin importar que el mundo esté de cabeza.
Es de esas piezas que generan ganas de correr, gritar y simplemente sacudirnos la frustración al ritmo de una distorsión honesta. Es un track que te anima a no quedarte callado y a explotar con este punk tan real y sin filtros.






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