Hound no te pide permiso para entrar, simplemente irrumpe. Desde sus primeros acordes, To Bloom despliega una tormenta perfectamente coreografiada, en donde la complejidad instrumental de guitarras entrelazadas, ritmos angulosos y dinámicas explosivas, se funde con una vulnerabilidad visceral. Es una canción que suda sinceridad, que se desgarra a sí misma en voz alta, y lo hace en dos idiomas con una elegancia feroz.
La transición al puente en español no solo rompe con la estructura, también abre una herida más profunda. La parte de “Te amaba como sólo un perro herido puede” corta con una honestidad animal, desbordando el track de emoción cruda. Aquí, el lenguaje no es adorno, es catarsis. El tema se mueve entre imágenes poéticas y el peso existencial, como si cada verso fuera una pieza suelta del alma.
Esta canción es un grito de identidad entre las ruinas del yo. Melancólica, violenta, bella. To Bloom no solo hace música progresiva, hace progresar la emoción misma, empujando el género hacia territorios donde la razón y el instinto colisionan.






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