¡Esta sí es una verdadera carta de amor al cine de terror!
Con sonidos electrónicos pulsantes es como poco a poco nos adentramos a esta canción que es una carta de amor al cine para quienes también crecimos con el gusto retorcido por las películas de terror. Por eso, el ir entrando de manera sutil se sintió como estarse adentrando a una de esas escenas del cine de John Carpenter, lo que deja en claro que ese cine nos dejó una huella profunda.
La música densa y la atmósfera solo logran darle más presencia a la voz grave de su vocalista, quien entona estás líneas que homenajean las escenas viscerales del cine del terror de forma digna, pues logra sumergirte en esa escena emocional que cobra mayor sentido en el minuto 2:31, cuando apenas y logran escucharse esos gritos de las víctimas de nuestras películas favoritas. Sí, algunas de esas cintas nos dejaron un trauma, pero es muy catártico cantarle al trauma y volver a disfrutar de esas películas.






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