Con un sonido renovado y colmado de actitud, Laughing Til I Cry marca un regreso feroz para vverevvolf. Abandonando los sintetizadores ochenteros por guitarras distorsionadas y baterías urgentes, la banda da un giro punk rock sin perder su filo emocional. Lo que antes dolía, ahora se grita con fuerza y se lanza como un escupitajo de poder: “No sympathy!”
La canción es una carta de ruptura, pero no de esas tristes, sino de las que arden y liberan. Es el grito de alguien que ha sobrevivido a una versión más ingenua de sí misma, que ha crecido y ahora se ríe (hasta llorar) del dolor que ya no tiene control sobre ella.
Con ecos de Paramore, guiños a GUTS de Olivia Rodrigo y la oscuridad emocional de Sky Ferreira, vverevvolf hace suyo el caos emocional con una producción pulida y letras punzantes. Esta canción nos anima a levantar los brazos, lanza carcajadas vengativas y se corona como un nuevo himno para quienes ya no tienen miedo de decir lo que sienten en voz alta y con distorsión.






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