Este track se arrastra como una sombra espesa por el pasillo de tus oídos, y lo hace con estilo. Inspirado desde el título mismo, Tredici construye una pieza de hard rock que no necesita velocidad para intimidar; aquí manda la tensión, el peso y ese aire oscuro que parece acechar desde el fondo de cada riff.
Las guitarras tienen ese filo metálico que muerde lento pero firme, y la batería marca el paso como si escoltara algo que no queremos ver, pero no podemos dejar de escuchar. La producción se siente densa, casi cinematográfica, con efectos que susurran desde rincones ocultos del track.
La voz se siente grave, a medida, a media invocación, y a media amenaza, y nos hace flotar entre versos como un conjuro, aportando ese toque spooky que nos prometieron desde el inicio. Es una canción que no busca el golpe directo, sino el escalofrío persistente.
Este es hard rock con oscuridad bien cuidada. Si te gusta el lado más siniestro del género, este track no solo te va a encantar… te va a perseguir.
End Sessions 
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