¡Un tema vibrante que te va a dejar una reflexión!
La guitarra que acompaña a la voz de nuestro intérprete al inicio me pareció hermosa, porque solo son ellos dos hablándonos en el micrófono durante los primeros segundos, luego se unen el resto de los instrumentos en una melodía que suena animada, energética y pegadiza. Sin embargo, la voz crea este contraste que le queda perfecto a la letra, suena emotiva, casi como si nos estuviera narrando la letra en cada estrofa, sube el tono cuando tiene que hacerlo y deja que sea la guitarra quien nos hable cuando llega su momento.
Y es que justo la canción nos habla de esos cambios que vienen con el paso del tiempo, cuando niños teníamos otros pensamientos y otras prioridades, y de adultos todo eso quedó atrás, casi como una sombra que está formada de miedos y dudas. También habla de quienes somos y lo que queremos proyectar a los demás. El toque animado y la temática realista dan como resultado una canción que conecta con su audiencia.






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