¡Esta canción está llena de emociones!

Este tema juega con la dualidad de lo dulce y lo amargo, lo pesado y lo suave; y lo hace una manera sublime. Y es que el tema arranca con este sonido que suena tranquilo y que se fusiona con lo pesado de la melodía. Igual que la voz, se encuentra en un tono medio y melódico. Quien canta lo hace desde la profundidad, con un tono que brilla cuando canta, no nos arrastra a las profundidades, más bien, salimos con él a esta parte más luminosa de la canción.

Aun cuando el tema se pone más nostálgico en el minuto tres, el tema logra conservar ese sonido que transita entre un sentimiento y otro, se mueve con tal sutileza que estas emociones nos llegan a nuestros oídos y nos pegan directo en el pecho, como una fuerza invisible que te genera un nudo en la garganta. Es el conjunto de la melodía y la voz los que logran transmitir emoción en esta canción.

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