¡Vas a amar esta pieza de arte sonoro!
La forma contenida en la que comienza esta canción es atractiva. Solo es la voz, el golpe del platillo de la batería cada segundo y una nota de bajo que apoya a la voz en la profundidad. Este tema es espectacular por su simpleza sonora y porque todo recae en la voz de Jean. Por momentos, otros sonidos comienzan a emerger de entre las profundidades, algunos más tintineantes, pero no se quedan con nosotros, solo están ahí un par de segundos. En el coro es donde se dejan escuchar más, sonidos de guitarra que apenas y rozan el instrumento y ese bajo persistente que está ahí como protagonista.
Antes del minuto tres la batería comienza a sonar con más fuerza y un riff de guitarra que suena profundo aparece de entre las profundidades sonoras de la música, mientras la voz de Jean se queda de fondo para, ahora ser ella, el soporte de sus propios instrumentos.






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