¡Este tema es una explosión noventera de sonoridad!
Con un sonido pulsante es con lo que arranca esta canción. Aunque la producción no se siente del todo pulida, se logra percibir que la guitarra es la que da todo el toque noventero a la canción, pues se trata de un rock pop divertido y contagioso, de esos que, además de mezclar la nostalgia por a época, nos hablan de esos amores que llegan así de repente y despiertan el deseo de la persona, aunque en el fondo saben que eso será un problema.
La voz de Katia Jette conserva un toque melódico que también se acerca al de otras exponentes el género, ella impregna de sensualidad y un toque juguetón a la canción. Me gusta cuando sostiene la nota en lo más alto en algunos de los versos, no se siente como un grito, sino como una necesidad de poder expresarse con libertad, y como lo está haciendo a declarar ese amor que va a llegar a ser tóxico.






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