¡Un tema que grita ante la necesidad de conexión real!
Este tema se siente orgánico desde el inicio, pues aunque la producción no es del todo pulida, pero sí es honesta, es como estar al lado de la banda mientras tocan este tema desde su lado más visceral. Aunque en el segundo 50 el sonido recobra un poco más de sentido, pues cada instrumento parece tener su momento para brillar en medio de una interpretación ligeramente gutural, pues logra perderse entre el mar sonoro que nos presenta la banda.
Y es que la letra de la canción nos habla de esos momentos pequeños, pero significativos, con la plena conciencia de estar cayendo en patrones que se sienten repetitivos, y por supuesto, poco saludables, tanto para nuestro intérprete, como con nosotros, quienes podemos sentirnos identificados en esta letra cargada de nostalgia en su interpretación y en su melodía. Al final, esta canción grita, y lo hace por la necesidad de sentir una conexión real, poder compartir historias y experiencias.






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