¡Un tema con tintes ochenteros!
Hay un toque de pop melódico de los años 80s que permea en esta canción, incluso cuando la música sube el volumen se siente como estar inmerso en aquella época. La canción nos ofrece notas sutiles y melódicas que se van entrelazando unas con otras, tenemos a un teclado que va con cierta calma al momento de hacerse presente, luego a una guitarra que suena melódica, pero con un estilo que se acerca a notas profundas, y luego está esa batería que va marcando la precisión del ritmo con el que todos los demás se mueven.
El minuto 3:50 nos ofrece una tonada que se canta a dos diferentes voces de los instrumentos: tenemos al teclado que brilla en cada nota, y a la vez a la guitarra que deja salir su alma rockera, cuando ambas se juntan logran crear un ambiente mágico. Y por supuesto, no podemos dejar de lado la interpretación. El tono vocal de Chris Aggabao es melódico y ligeramente agudo en ciertos momentos de la canción.






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