¡Cada elemento en esta canción resuena con fuerza!
La guitarra y la batería aquí arrancan con un sonido que se percibe como ahogado, y como si saliera de un radio viejo, antes de adquirir una mayor claridad en donde la batería es la que resuena con fuerza, al mismo tiempo que lo hace el bajo. Luego, tenemos esa guitarra que pone a vibrar al escucha y a sus mismos intérpretes, porque la canción está llena de un poder que no se puede comprar. La canción conserva esta energía en cada nota, es como si fuera pasando entre cada uno de los instrumentos para que cada uno resuene en un momento específico.
Luego tenemos las voces, una más grave y otra gutural, ambos cantan como si estuvieran dialogando entre ellos y con los instrumentos de los que se acompañan. Me agrada la manera en que cada uno adapta su interpretación a lo largo de la canción, porque suena diferente y van agregando más capas de complejidad al momento de escuchar la canción en conjunto.






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