Oscura, vulnerable, pero honestamente luminosa, Selfish Love es un viaje hacia nuestro adentro. Hannah Crowley transforma la asfixia emocional en arte alternativo, envolviendo sus letras en una atmósfera casi líquida, donde cada verso se siente como una exhalación contenida.
La canción nace del agotamiento de dar demasiado y recibir casi nada. Pero más que un reclamo, es una rendición, no al dolor, sino a la verdad que ese dolor revela. Esta canción flota entre capas de synths etéreos, silencios cargados, y una interpretación vocal que se siente confesional, casi susurrada desde el fondo de un recuerdo.
Hanna no dramatiza: observa. Describe cómo los traumas no gritan, simplemente están, como agua quieta, como raíces invisibles que impiden avanzar. No hay explosión ni redención hollywoodense. Solo la claridad que llega cuando uno deja de nadar contra la corriente emocional.
Este track no busca ser un hit instantáneo, sino un espejo donde cada quien pueda encontrarse, aunque sea un momento. Un tema para escucharlo cuando necesitas recordar que salir a flote no siempre se ve como pensabas.






Deja un comentario