Hay canciones que no solo suenan como los 90’s … los reviven. Esta pieza rockera de espíritu noventero canaliza toda esa vibra alternativa y grunge que marcó una generación, pero con un giro y un mensaje de esperanza firme, dirigido al alma en crisis.
Con guitarras que suenan como consuelo rugoso, batería constante que late como un corazón decidido, y una voz que no grita, sino que clama con convicción, este tema es un salvavidas en medio del naufragio. Las letras, aunque impregnadas de fe, no son sermónicas. Se sienten personales, casi como una conversación entre alguien que cayó y alguien que aún cree.
Hay pura honestidad aquí, la lucha se siente real, pero también lo es la posibilidad de luz. La estructura nos recuerda a esas joyas del rock cristiano alternativo que supieron hablarle a toda una audiencia más allá de etiquetas.
Ideal para playlists de superación, días grises o momentos donde necesitas un recordatorio de que aún en la tormenta, hay canciones que te empujan a creer otra vez.
End Sessions 
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