Collide no solo es una canción, es una implosión emocional disfrazada de himno. Sam Brace & The Merciless Bronze construyen un track que se siente como estar en medio de una tormenta de sentimientos cruzados, donde el magnetismo inicial de una relación empieza a convertirse en algo tóxico… y salir ileso parece imposible.
Con guitarras eléctricas que rugen en capas, sintetizadores con estilo que flotan como espectros, y una producción que va en constante ascenso, esta canción se mueve entre lo épico y lo íntimo, como si cada verso intentara contener una verdad difícil de nombrar. La tensión está ahí desde el inicio: “Though the engine isn’t on, I know the keys in the ignition”, como una metáfora perfecta para relaciones al borde del colapso.
El estribillo, repetitivo y explosivo exige catarsis. Y hacia el final, cuando la canción implora por renacer, no lo hace con ingenuidad, sino con cicatrices. Esta es una pieza introspectiva disfrazada de clásico alternativo. Te golpea suave primero, y después te deja temblando. Difícil salir ileso.






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