Con alma de himno y un groove que vibra entre lo nostálgico y lo decidido, Oxford Grey es una explosión indie rock pop que se planta firme contra lo común. Guitarras cálidas y melódicas al estilo de Fleetwood Mac, se entrelazan con una narrativa honesta, mientras la voz nos guía como si hablara directo desde una calle de Chicago, respondiendo a ese provocador “I want to be ordinary.”

Pero esta canción no viene a conformarse, viene a buscar eso que nos saca del gris, la chispa, la disciplina, el fuego interno que nos empuja a vivir a todo color. Con guiños a Dire Straits y un estribillo que pide ser coreado con el puño en alto, se puede decir que es tanto un viaje sonoro como una declaración de principios.

Ideal para un atardecer en carretera o una noche de introspección con volumen alto; es un recordatorio elegante y rockero de que no nacimos para desdibujarnos, sino para destacar.

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