Esta nueva entrega del proyecto de Merit Maker, que toma prestado de todos los rincones del punk, es un bombazo de pura adrenalina skate punk. Es rápida, afilada y sin tiempo para respirar; esta rola es la banda sonora perfecta para raspar rodillas, desafiar la gravedad o simplemente gritarle al mundo con una sonrisa sarcástica.
Las guitarras entran como un gancho bien lanzado, distorsionadas, veloces, sin miedo. La batería va a mil, como si estuviera corriendo cuesta abajo sin frenos, y la voz, rasposa y urgente, escupe frases que suenan igual a quemarse con el asfalto… directo, pero necesario.
Aunque claramente bebe del legado de bandas noventeras, no se siente como una copia. Hay un pulso propio, una vibra callejera que no necesita pulirse para brillar. Esta canción es como una sesión de skate perfecta, con caos controlado, sudor, caída, y a seguir rodando.
Si extrañabas ese espíritu punk que busca soltarlo todo en más de dos minutos furiosos, esta joyita es para ti.






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