¡Siente un poco de nostalgia con esta canción!

En esta canción el piano se mueve con una agilidad que logra cautivar y conmover, él acompaña a Keryn en su dulce interpretación los primeros minutos, antes de que los demás instrumentos se vayan uniendo poco a poco al canto de ella. La canción, de repente, explota en una sonoridad dulce, impregnada de nostalgia, esa que se queda con nosotros hasta el final de la canción, porque quien hace la base sonora en este tema es el piano.

La letra mezcla imágenes melancólicas para dar cuenta cómo el recuerdo de alguien se va convirtiendo en una sombra constante imposible de borrar. Esta canción está envuelta en una tristeza por la pérdida de un amor, donde la lluvia y las sombras son el símbolo de ese dolor constante, el mismo con el que Keryn canta con un tono que transmite fragilidad y vulnerabilidad, y es que ella nos canta en medio de una melodía que te lleva hasta lo más sublime de la nostalgia.

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