¡Una melodía etérea para hablar del amor en todas sus formas!

El sonido de entrada de esta canción resulta envolvente, es ambiental, pero también se apoya de una guitarra melódica que va con cierta gracia a la par de las pulsaciones de la batería. La atmósfera reverberante y que resuena más está dada por un sintetizador; pero en conjunto de los instrumentos suena con cierta energía que se queda resonando en nuestros oídos un buen rato. Y a la par de esta melodía tenemos una voz que conserva un tono cercano.

Su intérprete logra mantener esta atmosfera a través de su canto, pues es suave y se preocupa por pronunciar cada palabra de tal forma que toca algo en nuestro ser. Cerca del minuto 2:30 la interpretación comienza a fundirse con la melodía, creando una atmósfera etérea con todos los elementos ya juntos, coexistiendo en un mismo sonido en donde, incluso, se escucha un eco, y es que el tema en su letra, nos habla del amor en todas sus formas.

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