¡Un rock profundo que nos habla de una lucha interna!
La guitarra eléctrica nos ofrece un sonido tranquilo los primeros segundos, es lo primero que se deja escuchar antes de que se una la batería y el bajo, y es justo en ese momento cuando el riff de la guitarra adquiere un sonido más profundo, incluso se siente denso. La batería, por otro lado, acompaña esta tonada con un toque más rítmico, mientras que el bajo da esa profundidad que requiere la canción. He de decir que cuando no hay voz, la música adquiere un sonido más saturado y grave.
Es hasta el minuto uno que escuchamos la voz de su intérprete, su canto suena nostálgico, con un tono ligeramente grave, pero con esta necesidad de hablar sobre su lucha interna contra él mismo, pues es él quien se encarga de sabotearse, repitiendo errores y dañándose a sí mismo. Nuestro protagonista nos habla de querer escapar de esa sombra que lo persigue, logrando un tema intenso, honesto y el cual nos deja sentir la vulnerabilidad de su intérprete.





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